¿Qué
es México?, ¿Quiénes son los mexicanos?, ¿Cómo se vive en México? Quizás estas
fueron algunas de las preguntas que se hicieron los creadores del documental
llamado “Hecho en México”; material que refleja de manera creativa,
sincronizada y por supuesto rítmicamente lo que los mexicanos hacemos, comemos,
vestimos, tocamos, consumimos pero sobre todo pensamos para darle forma a lo
que conocemos por esta gran nación.
Así
este film no es más que una evidencia del sentir de cantantes, músicos,
periodistas, artesanos, danzantes, letrados, profesionistas, jóvenes, niños,
hombres y mujeres, todos, dan al resto del mundo con relación a un país que
vive de tradiciones, de devociones, colores y sabores, de generalidades y
singularidades, y que se ha forjado en sus poco más de 200 años una
historia y con ella una cultura.
Es
sin duda, entonces, un documental completo que no exenta tema alguno que nos
delate como mexicanos, que vaya acompañado de los ritmos, tonos, y claves
musicales según el círculo, estatus y hasta el roll social.
No
deja afuera ni siquiera el tema de las adicciones, propósito principal que se
nos delegó a analizar, y aun cuando
en un principio de “Hecho en México” se veía ajeno el caso, bastó con
llegar a la parte medular del mismo, para entender así que no se puede
comprender a ninguna tradición, ningún rincón de la República, danza, baile,
tema o ilustración mexicana sin vislumbrar entre líneas que todo está
acompañado de alguna adicción.
Adicción
a lo bueno y a lo malo, a lo público y a lo privado, a lo ajeno y a lo que
muchos han hecho propio; es decir, no sólo hablaron y vimos en la película las adicciones conocidas, como el alcohol, el
tabaco, la marihuana, incluso sin tenerlas físicamente y en escena, a las drogas
químicas, al sexo, y a la música misma, sino que además se interpretó a la “adicción”
como una fórmula curativa para seguir adelante, para superar los fracasos y el
mal rato ocasional; “nuestras adicciones es nuestra medicina para superar el
tropiezo que se vive a diario”.
Esta
declaración es para nosotros la más importante para “medio” entender la otra actitud
de todo el pueblo mexicano y ver el lado diferente de la moneda de la cultura nacional
y con ella sus delicados problemas de
salud pública, sus malas decisiones de
cada ciudadano y también las malas disposiciones de nuestro Gobierno.
Autoridad
empecinado en dar alivios a los daños y no remedios para evitarlos, es decir
por ejemplo que piensa más en mil campañas para curar y no rechazar a enfermos de transmisión sexual
que en educar a partir de una educación más racional, basada en ética y
valores.
Lamentablemente,
el tema de las adicciones y la concepción de ellas como parte de nuestra
cultura, han llevado al país a alarmantes cifras de corrupción, discriminación,
problemas en lo social, en lo político y obviamente en lo cultural.
Esto
nos aleja de lo conocido y aprendido en relaciones humanas exitosas, en las conductas
asertivas, en la esperanza ética y en lo
que entendemos por paz.
Finalmente
el documental nunca deja de ser tan buena manera de exhibir a México, con lo
bueno y lo malo que hay en él, con lo rico y lo pobre de su sociedad, la misma
que le da forma, sentido y dirección al orgullo nacional.
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